¿Las plantas eólicas costa afuera son el futuro de la energía en América Latina?

Analizó que “este tipo de tecnología es mucho menos invasiva y no genera gases de efecto invernadero, un gran avance desde el punto de vista de la neutralidad de carbono.

«En materia económica, estos proyectos requieren inversiones de capital muy significativas, por ejemplo, proyectos como los que ya se están estructurando en Colombia para los próximos tres o cuatro años, van a requerir inversiones de cerca de US$1.000 millones”, señaló el ministro, que considera que “esta industria será muy atractiva para el desarrollo económico de cualquier país”.

Algunas complejidades

El principal reto tecnológico de la energía eólica marina radica en su difícil instalación, ya que la construcción y su mantenimiento requiere la utilización de medios logísticos muy especializados. Existen diferentes estructuras eólicas marinas, entre las que se destacan los aerogeneradores marinos con cimentación fija y los aerogeneradores marinos sobre plataforma flotantes.

Mesa coincide en que el gran desafío se encuentra en la infraestructura logística y portuaria, por las “torres turbinas eólicas que pueden tener una altura de más de 200 metros y que requieren un ensamblaje complejo”.

Por su parte, Ingrid Pacheco, identifica que la regulación puede afectar el progreso de esta industria.

“Generalmente, para instalar un parque eólico marino es necesario contar con aprobaciones exhaustivas tras realizar estudios durante los años previos que incluyen, entre otros, la compatibilidad de la estructura con la navegación, la fauna marina, las rutas de migración, la dinámica de transporte, etc.”, señala la experta brasileña.

Sumado a ello, Carlota Molina añadió otras preocupaciones. “No todos los elementos del proyecto se producirán localmente; algunos deberán importarse. La distancia de los países con proveedores establecidos, como las góndolas de turbinas eólicas del norte de Europa, presentará desafíos logísticos y de transporte».

«La gran necesidad de capital requerirá la participación de financieras locales e internacionales, por lo que será necesario gestionar o mitigar los riesgos comerciales para atraer inversores y minimizar el costo del capital”, añade.

¿Una bocanada de aire fresco?

Los especialistas eólicos marinos consultados coinciden en que los costos se están volviendo más competitivos, al tiempo que la disponibilidad de sitios en tierra disminuye. Por ello,  la industria será próspera en América Latina si va de la mano de la creación de un entorno atractivo para la financiación y del desarrollo de políticas eólicas marinas.

“El papel de los gobiernos es fundamental para lograr un marco normativo y tributario que sea conducente a las inversiones, trabajando articuladamente con diferentes entidades», afirmó el ministro de Energía colombiano.

Precisó que «en Colombia trabajamos con la autoridad ambiental, con la dirección marítima que hace parte de nuestra Armada, con el Ministerio de Transporte e Infraestructura, con el Ministerio de Ambiente y con el Ministerio de Comercio”.

El papel de los gobiernos es fundamental para lograr un marco normativo y tributario que sea conducente a las inversiones.

Molina se empeña en señalar el valor añadido que la energía eólica marina puede aportar a las economías locales.

“Se pueden crear muchos puestos de trabajo locales, especialmente en la fase de operaciones y de mantenimiento, mientras que el crecimiento de una cadena de suministro puede ayudar a diversificar las industrias existentes, en particular aquellas que ya suministran petróleo y gas en alta mar”, sentenció.

Como hicieron notar los especialistas, la energía eólica marina es una industria en crecimiento a nivel mundial, y América Latina no será la excepción. Depende de cada uno de los países aprovechar todo su potencial.

Este artículo se publicó originalmente en la plataforma informativa Diálogo Chino.

RV: EG

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